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MAPA DE ROMA PRE PAPADO DEL PAPA SIXTO V

Anteriormente al ascenso de Sixto V al trono pontifico, la ciudad de Roma presentaba un aspecto de deterioro por su herencia medieval y por siglos de decadencia urbana tras la caída del imperio romano. El mapa de la ciudad en esta etapa reflejaba un trazado desorganizado, irregular y fragmentado. Los restos de la antigua grandeza imperial se hacían ver en los barrios caóticos, campos baldíos y estructuras religiosas deterioradas en el tiempo.

Mapa de Roma 1551

El trazado urbano carecía a simple vista de una planificación centrada: las calles eran angostas, sinuosas, muchas veces laberínticas y conectaban barrios de forma arbitraria. La circulación era lenta e incomoda, especialmente para los peregrinos que llegaban desde el exterior de Roma, ya que no existían vías principales que unieran los puntos religiosos mas importantes de la ciudad.

Las grandes basílicas paleocristianas, como san Pedro, San Juan de Letrán, Santa Maria la mayor y San Pablo Extramuros, se encontraban físicamente aisladas una de las otras. Estas basílicas a pesar de su importancia litúrgica y simbólica frente a la ciudad romana, estaban varias de ellas, rodeadas de terrenos despoblados y carecían de conexiones directas. El espacio urbano estaba fragmentado, tenia sectores densamente poblados con zonas casi rurales dentro de las mismas murallas. Muchos monumentos de la Roma antigua estaban en ruinas, cubiertos por escombros o semienterrados, sin una integración al tejido urbano.

En termino de crecimiento, Roma creía hasta el momento de forma desordenada, impulsada por la lógica de asentamiento espontáneo, sin jerarquías espaciales claras. El poder papal aun no había consolidado una visión de la ciudad que uniera la antigua capital imperial con el nuevo centro enfocado en la religión.

Roma pagana - tramado irregular

En resumen, la ciudad de Roma anterior al papado de Sixto V era una ciudad sin cohesión espacial, donde el peso de la iglesia aun no había sido reorganizada por medio del urbanismo. Roma esperaba una relectura arquitectónica y simbólica , que comenzaría con el ambicioso proyecto urbanístico de Sixto V a fines del siglo XVI. “Dentro del fenómeno Romano se aprecia la esperanza en un futuro aun intangible, en un tiempo en el que crear una nueva forma de administración central, inspirada en unos principios espirituales, pudiese llegar a ser indispensable para la existencia del mundo occidental. La Roma barroca muestra que esto no da necesariamente como resultado un desvanecimiento de todos los logros artísticos. Por lo contrario, demuestra que la interacción de toda una variedad de fuerzas puede producir una nueva vitalidad. La ciudad medieval y la ciudad renacentista” ( Sigfried Giedion, 2004, pág.106)

Alumnas: De Luca Guadalupe, Urquiza Lucia, Raisis Melany, Otero Agustina

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