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MAPA DE ROMA DURANTE EL PAPADO DEL PAPA SIXTO V

Durante el Barroco, el concepto de ciudad adquiere una nueva definición gracias a las transformaciones impulsadas por el papa Sixto V a fines del siglo XVI. “Mientras las ciudades de la Edad Media y del Renacimiento eran mundos relativamente estáticos y cerrados, la nueva ciudad capital se transformó en el centro de fuerzas que se extendían más allá de sus limites (...) El carácter dinámico y «abierto» de la ciudad capital se expresa también por su estructura interior. Las calles anchas y rectas permiten intenso tránsito de personas y vehículos, de acuerdo con las nuevas necesidades de la «participación», y hacen patente el deseo barroco de sistematización.” (Norberg-Schulz, 1982)En un contexto donde Roma era el principal centro de llegada de peregrinos provenientes de todos los países católicos, el papado entendió que la ciudad debía funcionar también como escenario del poder espiritual de la Iglesia.

Mapa de Roma plan de sixto V-1585-1590

Como preparación para el Jubileo de 1600, se buscó facilitar el acceso a los lugares sagrados, mediante la creación de un sistema de vías rectas y claras que conectaran las siete basílicas mayores que los fieles debían recorrer en su jornada de peregrinación. Esta nueva red urbana tenía el objetivo de convertir a Roma en un único templo sagrado a escala territorial, reforzando así su carácter de "ciudad santa".

Las vías de acceso a los siete templos principales pasaron a ser signos visibles del ceremonial religioso y de la idea de salvación a través del recorrido físico: 

  • San Pedro (San Pietro in Vaticano)

  • San Juan de Letrán (San Giovanni in Laterano)

  • San Pablo Extramuros (San Paolo fuori le Mura)

  • Santa María la Mayor (Santa Maria Maggiore)

  • San Lorenzo Extramuros (San Lorenzo fuori le Mura)

  • Santa Cruz en Jerusalén (Santa Croce in Gerusalemme)

  • San Sebastián Extramuros (San Sebastiano fuori le Mura)

 

Este entramado de grandes ejes viarios se articula en torno a un centro simbólico: la basílica de Santa María la Mayor, que se convierte en un punto de partida y de llegada, y en verdadero paradigma de la espacialidad barroca. Este modelo no solo responde a una lógica funcional, sino que propone una ciudad construida a partir de significados visuales, simbólicos y religiosos. “La estructura de la ciudad barroca consiste en centros (edificios y plazas monumentales) que están intercomunicados por calles rectas y regulares. Los edificios quedan integrados en el esquema de recorridos definidos por las calles, con lo que se consigue nueva interacción entre el interior y el exterior.” (Norberg-Schulz, 1982)

Plaza de Pópolo

Basilica Santa María la Mayor

Plaza San Pedro

Durante este período, el uso de la perspectiva experimentó un cambio fundamental: dejó de utilizarse únicamente como recurso para generar profundidad visual en la representación artística, y pasó a convertirse en una herramienta clave para organizar el espacio urbano y dotarlo de dinamismo. “La perspectiva es un orden pero un orden de apariencias visuales” (Panofsky, 1927, pág. 53). Esta transformación dio lugar a una nueva forma de concebir la ciudad, entendida ahora como un sistema que debía responder tanto a las formas de habitar como a las condiciones sociopolíticas y religiosas del momento. Así, la ciudad se transforma en una manifestación tangible del poder religioso, convirtiéndose en un instrumento de persuasión simbólica y en una expresión material de la fe.

Alumnas: De Luca Guadalupe, Urquiza Lucia, Raisis Melany, Otero Agustina

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